¿Qué es el tea?
¿Qué es el tea?
Es un trastorno neurobiológico que se inicia prenatalmente. Influye en el desarrollo temprano cerebral y en la configuración de diversos circuitos neuronales. Las manifestaciones clínicas varían mucho entre las personas que lo presentan así como su funcionamiento intelectual y sus habilidades lingüísticas.
Todas ellas comparten características fundamentalmente en dos áreas del desarrollo y del funcionamiento personal: la comunicación e interacción social y la flexibilidad de comportamiento y de pensamiento. Las características esenciales que definen el TEA se recogen a través de los criterios diagnósticos en los sistemas de clasificación internacionales de salud (DSM-5 y CIE-11) que han sustituido el término “Trastornos Generalizados del Desarrollo” por el de “Trastorno del Espectro del Autismo” se describen a continuación:
1. COMUNICACIÓN E INTERACCIÓN SOCIAL
HABILIDADES DE COMUNICACIÓN VERBAL Y NO VERBAL.
Se manifiestan tanto a nivel de comprensión como de expresión. Comunicación verbal: Algunas personas con TEA tienen habilidades lingüísticas adecuadas pero muestran dificultades para utilizarlas en una comunicación recíproca o en el contexto social en el que son necesarias. Otras no emplean lenguaje verbal y requieren el apoyo de Sistemas Alternativos y/o Aumentativos de Comunicación (SAAC) (sustituyen y apoyan al lenguaje oral, respectivamente). Comunicación no verbal: Las personas con TEA experimentan dificultades para emplear y/o comprender gestos o expresiones faciales de otras personas así como otros elementos relevantes para la interacción (contacto ocular, postura corporal, etc.).
HABILIDADES PARA LA INTERACCIÓN SOCIAL.
Tienen dificultades para relacionarse con los demás comprender el entorno y desenvolverse en determinadas situaciones sociales. Se manifiesta por ejemplo en:
• Acercamientos sociales inusuales o inadecuados a la hora de iniciar o responder ante interacciones con otras personas.
• Problemas para adaptar el comportamiento a distintos contextos o situaciones sociales.
• Dificultades para comprender las reglas sociales “no escritas”.
• Dificultades para entender o expresar las emociones de forma ajustada al contexto o a la situación.
2. FLEXIBILIDAD DE COMPORTAMIENTO Y DE PENSAMIENTO
FORMA DE PENSAR Y COMPORTARSE
Las personas con TEA pueden tener dificultades para responder de manera flexible a las demandas de los diferentes contextos y ajustar su forma de pensar y de comportarse. Por ello adaptarse a los cambios o a situaciones imprevistas puede suponerles un gran esfuerzo y generarles malestar angustia o ansiedad. Puede manifestarse por ejemplo en insistencia en que las cosas sucedan siempre de la misma manera en la disposición de un repertorio limitado de intereses específicos o en patrones de comportamiento rígido y repetitivo (como repetir las palabras o frases una y otra vez, exactamente de la misma forma -ecolalia-).
ESTÍMULOS SENSORIALES
Algunas personas con TEA presentan alteraciones en el procesamiento de los estímulos sensoriales que se puede manifestar en malestar intenso ante determinados sonidos olores luces sabores o texturas interés inusual en aspectos sensoriales del entorno (como insistencia por oler o tocar determinadas cosas,…) fascinación por luces objetos brillantes o que giran o indiferencia aparente al dolor o a la temperatura.
MÁS INFORMACIÓN SOBRE EL TEA
Aunque no se ha determinado la causa concreta que explique la presencia de un TEA se sabe que se trata de un trastorno poligenético en el que pueden estar implicados de 65 a 2500 genes.
El TEA no lleva asociado ningún rasgo físico diferenciador (se manifiesta a nivel de las competencias cognitivas de la persona y del comportamiento).
Acompaña a la persona a lo largo de toda su vida sus manifestaciones y necesidades cambian en función de las distintas etapas del desarrollo y de las experiencias adquiridas.
Aunque no se ha determinado la causa concreta que explique la presencia de un TEA se sabe que se trata de un trastorno poligenético en el que pueden estar implicados de 65 a 2500 genes.
El TEA no lleva asociado ningún rasgo físico diferenciador (se manifiesta a nivel de las competencias cognitivas de la persona y del comportamiento).
Acompaña a la persona a lo largo de toda su vida sus manifestaciones y necesidades cambian en función de las distintas etapas del desarrollo y de las experiencias adquiridas.
Es necesario un abordaje integral orientado a facilitar los apoyos individualizados especializados y basados en la evidencia más adecuados para mejorar la calidad de vida de cada persona.
Impacta no sólo en quien lo presenta sino también en su familia apoyo fundamental para la persona con TEA.
Es necesario un abordaje integral orientado a facilitar los apoyos individualizados especializados y basados en la evidencia más adecuados para mejorar la calidad de vida de cada persona.
Impacta no sólo en quien lo presenta sino también en su familia apoyo fundamental para la persona con TEA.
HABILIDADES DE COMUNICACIÓN VERBAL Y NO VERBAL.
Se manifiestan tanto a nivel de comprensión como de expresión. Comunicación verbal: Algunas personas con TEA tienen habilidades lingüísticas adecuadas pero muestran dificultades para utilizarlas en una comunicación recíproca o en el contexto social en el que son necesarias. Otras no emplean lenguaje verbal y requieren el apoyo de Sistemas Alternativos y/o Aumentativos de Comunicación (SAAC) (sustituyen y apoyan al lenguaje oral, respectivamente). Comunicación no verbal: Las personas con TEA experimentan dificultades para emplear y/o comprender gestos o expresiones faciales de otras personas así como otros elementos relevantes para la interacción (contacto ocular, postura corporal, etc.).
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